Seguir aquí y contigo
Desde el primer día,
hace más de 17 años,
removiste algo profundo de mi ser,
y, desde entonces, te empecé a buscar,
como se busca el agua en un desierto.
Desde que te vi,
Inalcanzable y misteriosa,
pensé que sería un triunfo conquistarte,
y me sentía tan diferente a tu lado,
como un mendigo dentro de un palacio.
Entonces descubrí que podía tocar,
por instantes breves,
el sentido profundo de esta vida.
Cuando te conocí,
en ese momento inolvidable,
supe que entre Dios y tú
existía una especie de acuerdo;
ambos sonríen cuando más aparento fortaleza,
y me miran con ternura,
cuando creo tener todas las respuestas.
Desde hace más de 14 años,
cuando iniciamos esta gran aventura,
decidimos construir una historia juntos,
llena de sueños y conquistas,
tardes grises y días llenos de sol.
De hoy en adelante,
asumiendo juntos el futuro de Romina y
ayudándonos a ser mejores personas,
te agradezco seguir aquí,
te confieso lo mucho que te admiro,
y te pido perdón por las lagrimas que he provocado,
Hoy, al borde de mi ventana,
en la orilla de mi mismo,
te pido, ante Dios, seguir siendo mi esposa.
Martín
29.10.11
Sólo un ser humano que busca y se pregunta; quien a veces se encuentra y en ocasiones se responde.
miércoles, 26 de octubre de 2011
martes, 16 de agosto de 2011
En la isla a veces habitada
En la isla a veces habitada de lo que somos, hay noches, mañanas y madrugadas en que no necesitamos morir.
En ese momento sabemos todo lo que fue y será.
El mundo se nos aparece explicado definitivamente y entra en nosotros una gran serenidad, y se dicen las palabras que la significan.
Levantamos un puñado de tierra y la apretamos en las manos. Con dulzura.
Allí está toda la verdad soportable: el contorno, la voluntad y los límites.
Podemos en ese momento decir que somos libres, con la paz y con la sonrisa de quien se reconoce y viajó alrededor del mundo infatigable, porque mordió el alma hasta sus huesos.
Liberemos sin apuro la tierra donde ocurren milagros como el agua, la piedra y la raíz.
Cada uno de nosotros es en este momento la vida.
Que eso nos baste.
JOSÉ SARAMAGO, Probablemente alegría, 1985
En ese momento sabemos todo lo que fue y será.
El mundo se nos aparece explicado definitivamente y entra en nosotros una gran serenidad, y se dicen las palabras que la significan.
Levantamos un puñado de tierra y la apretamos en las manos. Con dulzura.
Allí está toda la verdad soportable: el contorno, la voluntad y los límites.
Podemos en ese momento decir que somos libres, con la paz y con la sonrisa de quien se reconoce y viajó alrededor del mundo infatigable, porque mordió el alma hasta sus huesos.
Liberemos sin apuro la tierra donde ocurren milagros como el agua, la piedra y la raíz.
Cada uno de nosotros es en este momento la vida.
Que eso nos baste.
JOSÉ SARAMAGO, Probablemente alegría, 1985
Etiquetas:
Saramago,
sentido de la vida
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