Domínguez Landa Martín
Sólo un ser humano que busca y se pregunta; quien a veces se encuentra y en ocasiones se responde.
jueves, 18 de octubre de 2012
15 años
Tere
Todavía conservo el recuerdo
de tardes de dicha y ensueño,
cuando, con pasión y demasiado ingenio,
nos buscamos y encontramos.
Encuentros contados y esperados
meses de ensueño e intimidad;
cuando, a pesar de la fragilidad,
nos encontramos y reconocimos.
Reconociendo, como si fuera ayer,
la noche del primer beso;
cuando, adelantando el suceso,
nos reconocimos y enamoramos.
Enamorarte día con día,
después de quince años compartidos,
cuando la pasión no ha cedido, aún
nos enamoramos y acompañamos.
19/09/12
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Domínguez Landa Martín,
Enamorado,
Teresita de Jesús
miércoles, 26 de octubre de 2011
Al borde de mi ventana
Seguir aquí y contigo
Desde el primer día,
hace más de 17 años,
removiste algo profundo de mi ser,
y, desde entonces, te empecé a buscar,
como se busca el agua en un desierto.
Desde que te vi,
Inalcanzable y misteriosa,
pensé que sería un triunfo conquistarte,
y me sentía tan diferente a tu lado,
como un mendigo dentro de un palacio.
Entonces descubrí que podía tocar,
por instantes breves,
el sentido profundo de esta vida.
Cuando te conocí,
en ese momento inolvidable,
supe que entre Dios y tú
existía una especie de acuerdo;
ambos sonríen cuando más aparento fortaleza,
y me miran con ternura,
cuando creo tener todas las respuestas.
Desde hace más de 14 años,
cuando iniciamos esta gran aventura,
decidimos construir una historia juntos,
llena de sueños y conquistas,
tardes grises y días llenos de sol.
De hoy en adelante,
asumiendo juntos el futuro de Romina y
ayudándonos a ser mejores personas,
te agradezco seguir aquí,
te confieso lo mucho que te admiro,
y te pido perdón por las lagrimas que he provocado,
Hoy, al borde de mi ventana,
en la orilla de mi mismo,
te pido, ante Dios, seguir siendo mi esposa.
Martín
29.10.11
Desde el primer día,
hace más de 17 años,
removiste algo profundo de mi ser,
y, desde entonces, te empecé a buscar,
como se busca el agua en un desierto.
Desde que te vi,
Inalcanzable y misteriosa,
pensé que sería un triunfo conquistarte,
y me sentía tan diferente a tu lado,
como un mendigo dentro de un palacio.
Entonces descubrí que podía tocar,
por instantes breves,
el sentido profundo de esta vida.
Cuando te conocí,
en ese momento inolvidable,
supe que entre Dios y tú
existía una especie de acuerdo;
ambos sonríen cuando más aparento fortaleza,
y me miran con ternura,
cuando creo tener todas las respuestas.
Desde hace más de 14 años,
cuando iniciamos esta gran aventura,
decidimos construir una historia juntos,
llena de sueños y conquistas,
tardes grises y días llenos de sol.
De hoy en adelante,
asumiendo juntos el futuro de Romina y
ayudándonos a ser mejores personas,
te agradezco seguir aquí,
te confieso lo mucho que te admiro,
y te pido perdón por las lagrimas que he provocado,
Hoy, al borde de mi ventana,
en la orilla de mi mismo,
te pido, ante Dios, seguir siendo mi esposa.
Martín
29.10.11
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Teresita de Jesús
martes, 16 de agosto de 2011
En la isla a veces habitada
En la isla a veces habitada de lo que somos, hay noches, mañanas y madrugadas en que no necesitamos morir.
En ese momento sabemos todo lo que fue y será.
El mundo se nos aparece explicado definitivamente y entra en nosotros una gran serenidad, y se dicen las palabras que la significan.
Levantamos un puñado de tierra y la apretamos en las manos. Con dulzura.
Allí está toda la verdad soportable: el contorno, la voluntad y los límites.
Podemos en ese momento decir que somos libres, con la paz y con la sonrisa de quien se reconoce y viajó alrededor del mundo infatigable, porque mordió el alma hasta sus huesos.
Liberemos sin apuro la tierra donde ocurren milagros como el agua, la piedra y la raíz.
Cada uno de nosotros es en este momento la vida.
Que eso nos baste.
JOSÉ SARAMAGO, Probablemente alegría, 1985
En ese momento sabemos todo lo que fue y será.
El mundo se nos aparece explicado definitivamente y entra en nosotros una gran serenidad, y se dicen las palabras que la significan.
Levantamos un puñado de tierra y la apretamos en las manos. Con dulzura.
Allí está toda la verdad soportable: el contorno, la voluntad y los límites.
Podemos en ese momento decir que somos libres, con la paz y con la sonrisa de quien se reconoce y viajó alrededor del mundo infatigable, porque mordió el alma hasta sus huesos.
Liberemos sin apuro la tierra donde ocurren milagros como el agua, la piedra y la raíz.
Cada uno de nosotros es en este momento la vida.
Que eso nos baste.
JOSÉ SARAMAGO, Probablemente alegría, 1985
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jueves, 10 de diciembre de 2009
Enamorado
Hoy, sentado aquí,
al borde de mi ventana,
en la orilla de mí mi mismo;
descubrí un hombre sufriendo,
alguien necesitado de escribir.
Pude mirarme solo,
mirando los años que han pasado,
casi dormido, casi muerto;
muriendo al paso de la soledad,
observando sin tener a quien mirar.
Decirte que moría,
es una confesión que me lastima;
nunca pensé que lo diría,
pero decirlo,
es pedirle al dolor su lejanía.
Que no entiendes por qué.
Que no sabes lo que pasa.
El sentido de estas palabras
está en el origen de ellas mismas.
Te encontré y nos miramos,
rompiendo el ritmo cotidiano.
Tu estabas entre la gente,
como una de estas palabras,
que ofrece un nuevo significado.
Quiero decirte que hoy,
sentado aquí, al borde de mi mismo,
en la orilla de mi ventana,
miré mi alma que no muere,
descubrí unos ojos que sonrién;
y al mirarlos, quise decirlo todo:
decirte que hoy aquí,
descubrí que no estoy solo,
que eres tu quien me acompaña.
25.02.1994
al borde de mi ventana,
en la orilla de mí mi mismo;
descubrí un hombre sufriendo,
alguien necesitado de escribir.
Pude mirarme solo,
mirando los años que han pasado,
casi dormido, casi muerto;
muriendo al paso de la soledad,
observando sin tener a quien mirar.
Decirte que moría,
es una confesión que me lastima;
nunca pensé que lo diría,
pero decirlo,
es pedirle al dolor su lejanía.
Que no entiendes por qué.
Que no sabes lo que pasa.
El sentido de estas palabras
está en el origen de ellas mismas.
Te encontré y nos miramos,
rompiendo el ritmo cotidiano.
Tu estabas entre la gente,
como una de estas palabras,
que ofrece un nuevo significado.
Quiero decirte que hoy,
sentado aquí, al borde de mi mismo,
en la orilla de mi ventana,
miré mi alma que no muere,
descubrí unos ojos que sonrién;
y al mirarlos, quise decirlo todo:
decirte que hoy aquí,
descubrí que no estoy solo,
que eres tu quien me acompaña.
25.02.1994
martes, 1 de diciembre de 2009
El Reposo Del Fuego
(Don de Heráclito)
Pero el agua recorre los cristales musgosamente: ignora que se altera,lejos del sueño, todo lo existente.
Y el reposo del fuego es tomar forma con su pleno poder de transformarse, fuego del aire y soledad del fuego, al incendiar el aire que es de fuego. Fuego es el mundo que se extingue y prende para durar (fue siempre) eternamente.
Las cosas hoy dispersas se reúnen y las que están más próximas se alejan:
Soy y no soy aquel que te ha esperado en el parque desierto una mañana junto al río irrepetible en donde entraba (y no lo hará jamás, nunca dos veces) la luz de octubre rota en la espesura.
Y fue el olor del mar: una paloma, como un arco de sal, ardió en el aire.
No estabas, no estarás pero el oleaje de una espuma remota confluía sobre mis actos y entre mis palabras (únicas, nunca ajenas, nunca mías): El mar que es agua pura ante los peces jamás ha de saciar la sed humana.
José Emilio Pacheco
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poemas
lunes, 26 de octubre de 2009
Romina
Llegó Romina una mañana de julio,
esperada como se espera una buena noticia,
contando los días y hablando de ella.
El doctor dijo que sería un niño,
su padre le hablaba y cantaba amoroso,
mientras su madre dormía intensamente,
preparándole su cuerpo y su corazón.
Romina nació y nos trajo la buena noticia;
fue un día especial tanto como ella.
La pareja se convirtió en familia
y aquella casa pequeña y silenciosa
se transformó en un palacio de caña y de maíz.
Un frágil lloriqueo nos hizo entender
lo profundo de tan gran misterio.
La noticia se convirtió en sorpresa,
y sin dejar de ser buena y sin dejar de ser un regalo,
nos preparó para una vida especial.
Saber que Romina es especial
significa abandonar el deseo de entenderlo todo;
Es disfrutar la magia de su sonrisa
y estremecernos ante sus grandes ojos llenos de sentido.
Es descubrir que ella nos necesita,
tanto como nosotros necesitamos de ella.
Romina llegó y la vida no ha sido fácil,
Sin duda es mejor porque ella existe.
La vida con Romina es más intensa,
es pregunta, es sorpresa, es misterio.
Es una presencia sin la cual
resulta difícil saber que TU existes.
Marzo, 2009
esperada como se espera una buena noticia,
contando los días y hablando de ella.
El doctor dijo que sería un niño,
su padre le hablaba y cantaba amoroso,
mientras su madre dormía intensamente,
preparándole su cuerpo y su corazón.
Romina nació y nos trajo la buena noticia;
fue un día especial tanto como ella.
La pareja se convirtió en familia
y aquella casa pequeña y silenciosa
se transformó en un palacio de caña y de maíz.
Un frágil lloriqueo nos hizo entender
lo profundo de tan gran misterio.
La noticia se convirtió en sorpresa,
y sin dejar de ser buena y sin dejar de ser un regalo,
nos preparó para una vida especial.
Saber que Romina es especial
significa abandonar el deseo de entenderlo todo;
Es disfrutar la magia de su sonrisa
y estremecernos ante sus grandes ojos llenos de sentido.
Es descubrir que ella nos necesita,
tanto como nosotros necesitamos de ella.
Romina llegó y la vida no ha sido fácil,
Sin duda es mejor porque ella existe.
La vida con Romina es más intensa,
es pregunta, es sorpresa, es misterio.
Es una presencia sin la cual
resulta difícil saber que TU existes.
Marzo, 2009
Homenaje a un gran poeta
A Benedetti
Hay vidas que, de muertas, sólo son biografías, ambiguos prontuarios de cuentos y de cuentas, acaso un mal habido patrimonio y algunos herederos peor hallados, un perro que les ladre dolientes titulares, un alcalde de encargo, un cardenal de oficio y un par de funerales.
Pero apenas la tierra se sume al homenaje y los gusanos rindan honores al difunto, de aquel ilustre muerto va a quedar, si me apuran, la misa aniversario con que la Iglesia reconforta el luto mientras la viuda quiera pagar los honorarios, y una lápida triste que recuerde un olvidado nombre y un extraviado año.
Son vidas que se pierden en el tiempo sin un beso en la espalda ni una mano en el pecho, infelizmente muertas.
Hay muertes que, de vivas, nos dan las buenas horas, nos lustran la sonrisa, nos atan los zapatos con los que andar el día, nos rondan y nos cantan los sueños que aún amamos.
Son muertes tan poco moribundas que siempre están naciendo y así no tengan visa para el cielo o el aval de la ley para la gloria van a seguir estando con nosotros, memoria que respira y pan que se comparte, dichosamente vivas.
Koldo Campos Sagaseta
Hay vidas que, de muertas, sólo son biografías, ambiguos prontuarios de cuentos y de cuentas, acaso un mal habido patrimonio y algunos herederos peor hallados, un perro que les ladre dolientes titulares, un alcalde de encargo, un cardenal de oficio y un par de funerales.
Pero apenas la tierra se sume al homenaje y los gusanos rindan honores al difunto, de aquel ilustre muerto va a quedar, si me apuran, la misa aniversario con que la Iglesia reconforta el luto mientras la viuda quiera pagar los honorarios, y una lápida triste que recuerde un olvidado nombre y un extraviado año.
Son vidas que se pierden en el tiempo sin un beso en la espalda ni una mano en el pecho, infelizmente muertas.
Hay muertes que, de vivas, nos dan las buenas horas, nos lustran la sonrisa, nos atan los zapatos con los que andar el día, nos rondan y nos cantan los sueños que aún amamos.
Son muertes tan poco moribundas que siempre están naciendo y así no tengan visa para el cielo o el aval de la ley para la gloria van a seguir estando con nosotros, memoria que respira y pan que se comparte, dichosamente vivas.
Koldo Campos Sagaseta
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